Endesa. Torres de la luz
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Las Torres de la Luz

Un punto de referencia del paisaje vertical de Cádiz visto desde cerca

Textos: Teresa Galán

Diseño: Pedro Moreno y Francisco Hernández

Endesa

Intro

De Puntales a Matagorda

Desde los años 60 las “Torres de la luz” forman parte del perfil urbano de Cádiz, rascando el cielo de la Bahía y llevando electricidad desde Puerto Real al gaditano barrio de Puntales.

Los famosos pilones son también un símbolo de la ciudad, se avistan a varios kilómetros y junto al posterior puente de la Constitución, son unas de las estructuras más altas de Cádiz, una a cada lado de la embocadura de la bahía, tensando casi 15.000 metros de cables y soportando 132 voltios, que conectan el municipio con la red eléctrica estatal.

Tardaron tres años en construirse y fueron diseñadas por Alberto M. Toscano y supervisadas por Remo Scalla, ambos italianos y amigos de la infancia, que ya habían trabajado juntos en las torres del Golfo de Mesina (Italia).

Más de seis décadas después, las torres se han sometido a su segundo cambio de cableado, un procedimiento que Endesa ha realizado de principio a fin con empresas españolas y que cuentan una nueva historia de las torres de luz de la bahía.

gaviota gaviota_mvl

entrevista

¿Cómo se realiza un cambio de cableado a 150 metros de altura?

Nos encontramos con un problema: el diseño de las líneas eléctricas de las Torres no lo tenemos en ningún sitio y el vano - la distancia que hay entre ambas torres - es de 1.600 metros. Por lo que hay que analizar una situación desconocida, que se hizo hace 40 años la última vez, y no sabíamos cómo había que hacer ese trabajo. Aunque el cambio de cableado se realiza en noviembre de 2022, tiene dos años de estudio previo.

Se intenta recuperar información de cómo se hizo la última vez, se habla incluso con gente que había participado entonces en ese trabajo, se llegan a una serie de conclusiones y se reproducen en laboratorio en talleres de Ametel ( la empresa con la que nosotros hacemos los trabajos de mantenimiento de línea y que ha hecho este trabajo), se replica el trabajo, se realizan los puntos más críticos en taller para comprobar que no surgen problemas y se diseña maquinaria especial para poder para poder abordarlo. Los trabajos han durado un mes, pero el trabajo previo duró bastante más.

Torres con niebla

¿Qué diferencias se dan entre las medidas de seguridad de hace 40 años y las de ahora?

En todos los ámbitos de la empresa, la seguridad se ha convertido en lo más importante para nosotros. Si veis las fotografías históricas de los trabajos en las Torres, las medidas de seguridad de entonces no tienen nada que ver con las que tenemos ahora.

Es verdad que trabajar a 150 metros es muy impactante y hay alguna serie de parámetros que hay que tener en cuenta, sobre todo en Cádiz donde intervienen factores como la climatología y el viento, aunque hemos tenido mucha suerte durante el desarrollo de los trabajos.

Pero realmente trabajar a 150 metros de altura, desde el punto de vista de la seguridad, no es muy diferente que trabajar a 15 metros porque desgraciadamente una caída de 15 metros es tan mortal, como pueda ser una de 150. Trabaja gente muy especializada y que normalmente trabajan a mucha altura, pero las medidas de seguridad que utilizan ellos (arneses, líneas de vida, etc) son procedimientos muy parecidos a lo que hace cualquier trabajador que se sube a un apoyo.

Las torres en cifras

Pon el ratón encima de cada elemento para conocerlo


1.600 metros

Con 14.928 metros de cableado repartido en seis cables que pasan por los dos pórticos que los tensan y hace que las torres se mantengan en una correcta posición

Cada 40 años

En este caso, el material estaba bien, pero tocaba cambiarlo sobre todo por la peculiaridad del sitio donde está


132 kilovoltios

Las Torres, una en Puntales (Cádiz) y otra en Matagorda (Puerto Real), soportan dos líneas eléctricas de 132 kilovoltios que alimentan energéticamente a toda la ciudad andaluza

Dos revisiones visuales al año

Además de los cambios de conductor y revisiones termográficas en la subestación Puerto, cada tres meses.

150 metros

Equivalente a un edificio de unas 50 plantas. Tienen un diámetro de 20 metros en su base que va estrechándose hasta su punta superior, con solo 6 metros de diámetro

700.000 euros

Es una operación de gran complejidad técnica, con un equipo humano de 30 técnicos especializados de la empresa AMETEL

tarea para especialistas en escalada

¿Cómo es la coordinación a tanta altura?

Funcionan como un auténtico equipo, en cada zona están trabajando cuatro personas y prácticamente ni hablan entre ellos, están tan absolutamente coordinados y saben perfectamente lo que va a hacer el otro, es impresionante verlos, trabajan en silencio. Les caracteriza gran profesionalidad y compañerismo: siempre ponen la vida en manos de un compañero, que es el que vigila permanentemente cuando uno está trabajando, que todas las medidas de seguridad, los equipos de seguridad estén en perfecto estado y que se cumpla el procedimiento para evitar cualquier riesgo.

Un trabajo vertiginoso...

Lo realiza gente que está muy acostumbrada, muchos con afición a la escalada, algunos de ellos dicen que ese tipo de trabajo les engancha y no pueden estar sin trabajar. Se montan unas estructuras y andan encima de la nada para trabajar. Son grandes profesionales.

Y ¿cómo suben?

Por la escalera de caracol del interior de la estructura, luego montan un sistema de poleas para subir todo el material.

Obreros con cables

¿Cómo en los años 60 se decide crear estas estructuras en Cádiz?

Con la explosión de Cádiz (1947) se hizo un plan para reactivar la economía de Cádiz y se decidió montar una central térmica en la ciudad con el objetivo de crear puestos de trabajo y sacar energía de Cádiz al resto de la provincia. Aunque ahora las torres se utilizan para llevar energía a la ciudad, antes era al revés.

La central estaba en la Zona Franca ¿cómo sacar esa energía? Nos tenemos que remontar a aquella época para entender qué tecnologías había. Hoy en día, si tuviéramos que hacer esto, tiraríamos un cable por el fondo del mar. Igual que cruzamos el Estrecho de Gibraltar. Pero en aquella época esa tecnología no existía. Entonces solamente teníamos dos alternativas: una era atravesar la bahía y otra era darle la vuelta entera a la bahía desde Cádiz a Puerto Real con una línea que tendría que tener un diseño un poco especial teniendo en cuenta el istmo de Cádiz.

Y tanto en subterráneo, como en aéreo se descartaron las dos alternativas, por el tipo de suelo arenoso y por el crecimiento de la ciudad, ya que no estaba claro por dónde iba a poder construirse. Había que llegar a la subestación de Puerto Real, que es el punto clave de la inyección de energía en la zona de la Bahía. Entonces la opción era cruzar por la parte de la derecha, donde no había problema para hacer una línea aérea, pero teníamos que cruzar la bahía. Y ese fue el reto.

Obreros en altura Obreros en altura

gigante de hierro

Un reto y proyecto señero en la época...

Sin duda. En Asia en los últimos años se han hecho grandes infraestructuras eléctricas y ahí puede haber vanos (torres) más superiores y de hasta 2 Km de largo, más modernas. Pero en el momento en el que se hicieron, no. Y en cuanto a la estética, no he visto ninguna torre que tengan una estética parecida, se basan un poco en el diseño de la Torre Eiffel, las que hay son mucho más convencionales.

¿Algún precedente como referencia?

En el estrecho de Mesina (Italia) se había construido algo parecido y se utilizó el conocimiento de los ingenieros que habían participado en esa torre para diseñar este cruce. Remo Scalla, ingeniero que dirigió la obra, y Alberto Toscano, quien las diseñó. El trabajo de montaje duró tres o cuatro años. De hecho, para este trabajo hemos contactado con el hijo de Scalla que nos ha dado también parte de información y fotos de la época. Aquel diseño y trabajo fue algo muy innovadores y una solución que pervive y pervivirá muchos años, porque las torres están en perfecto estado.

Un trabajo de altura

“Imagina que quieres deshacer una madeja de lana y con esa lana formar otra madeja nueva, aquí es algo parecido, se necesitan dos máquinas, una en cada punta”, así explica de forma muy resumida e ilustradora José María Díaz, responsable de Alta Tensión de Endesa, en qué consiste el cambio de cableado de las Torres.

Un cambio con momentos claves en los que el tráfico marítimo de la bahía debía cortarse, justo en el cambio de los conductores, por seguridad. Una acción coordinada con la autoridad portuaria, policía y administradores de un edificio y zona de deporte cercana. Porque, ante todo, prima la seguridad.

Todos los materiales y procedimientos la han realizado empresas españolas, con ingenieros de Ametel, empresa sevillana que históricamente ha trabajado en la zona de Cádiz; desde los cables, realizados en Pamplona, a imagen y semejanza de los originales, a los aisladores de la Granja de San Ildelfonso (Segovia), están fabricados en España.

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